A principios del siglo XV, el déspota serbio Stefan Lazarevic ordena amueblar su nuevo patio del trono en Belgrado. Se encargan pabellones de Dubrovnik, plumas de Pest e iconos del Monte Athos, destinados a ser transportados a pie, en mulas o por barco. Sin embargo, en esta fantástica historia de Goran Petrovic, un centenar de esos santos iconos deciden ir solos a la capital.
Aunque se sabe que los iconos pueden volar y viajar, su viaje se revela lleno de peligros. Son interceptados por turcos, ladrones, monstruos marinos y el mal tiempo.
Mientras algunos son acogidos y adorados por fieles en el camino, muchos otros se pierden para siempre. Al final, solo un icono logra llegar a la corte del déspota. Pero llega tan dañado y casi irreconocible, que ni el consejero del déspota, Constantino el Filósofo, puede discernir de qué santo se trata.
Autor: Goran Pretovic
Editorial: Sexto Piso
Pasta: Blanda
